De la idea al proyecto completado en 4 pasos

Tantas ideas, tan poquito tiempo. Tantos sueños para concretar. Si tu cabeza es un hervidero y no sabés para dónde agarrar, acá tenés un plan de acción: de la idea al proyecto.

Hace rato que le estoy dando vueltas al asunto.tablero de visualización Fijate este tablero de visualización que hice en Febrero del 2012. Justo en el medio, el objetivo: «proyecto concretado».  Ahí quería llegar «este año». y por supuesto la gran pregunta: ¿Cómo?

Paso 1: la nebulosa de ideas

Tenés ideas todo el tiempo. Grandes, chiquitas. Algunas son apenas un susurro de inspiración. Otras te vienen martillando la cabeza desde hace rato. Hay algunas que en cuanto las pensaste las catalogaste de pavadas atómicas y otras que tienen ese olorcito a cosa posible… si te animaras. Si al leer eso hubo una que te acordaste y te hizo sonreir, agarrala fuerte porque es un buen comienzo.

¿Qué hacés con esas ideas?

Las anotás. Toooooodas. Porque hay ideas que trabajan bien juntas, están relacionadas, se potencian y completan. Podés usar una libreta para todo: desde el detalle para el disfraz de buzo del nene para el acto del jardín (dos botellas de gaseosa cola forradas en papel de aluminio pegadas juntas con un pedacito de manguera azul quedan genial #historiaverdadera ) hasta la cadena de distribución para tu producto, pasando por gente a contactar para trabajar juntas y el mejor color para tu logo.libreta de ideas

En mi caso uso una, apropiadamente titulada Ideas. 😉 Esa la llevo siempre encima. También tengo una para ideas para el blog y otra para ideas para mi columna en la International Bloggers Association. Porque mi cabeza trabaja así, por compartimentos.

libreta de ideas para el blog
Sí, soy una nena en lo que accesorios se trata. Esta es una imagen de Sakura Card Captor

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Paso 2: el proyecto toma forma

Llegó el momento de poner las ideas en orden.

¿Cuál es el objetivo del proyecto?

Ejemplos: tener un blog en una punto com, que tu producto se venda en un local de Palermo Soho, lograr una nueva receta para Pascuas, *agregá el tuyo acá*. Escribilo clarito, en toda su gloria. Esa es tu idea principal, tu Norte. Y ahora hay que darle forma.

Comiendo el elefante de a bocaditos

Tener un blog en una punto com es genial pero lleva unos cuantos pasos: idea de nombre, elección de url, verificación de disponibilidad de la misma, investigar sobre servidores, elegir uno, comprar el hosting, elegir tema, elegir colores, completar las secciones, enlazar a tus cuentas en las redes sociales y finalmente escribir algo.

Me gusta codificar con coloresY lo mismo para cualquier proyecto que quieras encarar. Para tu idea principal, anotá todos los pasos que tenés que dar para llegar allí.

Paso 3: asignar tiempos

Una vez que sabés QUÉ hacer, hay que elegir CUÁNDO.

Yo suelo trabajar con dos agendas, una para las cosas de la casa y otra para las cuestiones de trabajo. Por supuesto podés usar una sola e incluso hacerlo de forma digital. ¡Hasta en el celu! Elegí la forma en que trabajes mejor.

dos agendas

Paso 4: el registro

Para asegurarte de llegar a destino, llevá un registro donde puedas ir tachando cada paso completado.

Esto tiene dos propósitos:

– no enredarte con los tiempos, mantenerte en el camino. Si que otras cosas «más urgentes» te sacaron de la línea de tiempo que planificaste, volvé en cuanto puedas.

– poder celebrar el avance. ¡Cada paso cuenta!

Así de a poquito llegás a tu sueño y lo hacés realidad. Y aquel mundo ideal se vuelve tu vida real.

Ahora contame: ¿cuál es tu proyecto? Puede ser un sueño loco o en lo que estás trabajando ahora mismo.

 

Encontrá tu zona de genio original

A veces decís que alguien es un genio. ¡Vos también podés ser uno! Sólo tenés que encontrar tu «zona de genio». Y eso se logra mirando para atrás, al origen de las constantes en nuestras vidas.

Cada marzo Facebook se llena de fotos de niños con uniforme/delantal con caritas que demuestran distintos grados de felicidad y temor en su primer día de clases. Ternuritas, tan jóvenes, vivaces y entusiastas todos ellos.

El mayor de mis hijos ya va a la universidad. Va en bermudas, remeras estampadas y llevando una mochila con un

layout
Un recuerdo para el álbum de fotos.

libro, un cuaderno y una birome. Nada más. Lejos quedaron los días de tener que etiquetar 24 lápices y comprar cartucheras y carpetas haciendo juego. Sí, el nene salió a la mamá. 😉 Así y todo me acuerdo de los días de jardín. Hace un tiempo le escribía a mi cuñado «¿Te acordás cuando a Mati le gustaban tanto los trenes? Sigue igual. El día que inauguraron el nuevo tren en nuestro ramal fuimos a dar una vuelta.» El amor por los trenes es una constante en su vida.

¿De mis días de jardín? También me acuerdo. ¡No te rías! Fue hace mucho pero me acuerdo. Tengo buena memoria. 😉

Me acuerdo de la bolsa de botones que me regaló mi abuela. Los guardaba en un bolsito que mi mamá todavía tiene en su casa. Jugaba a ordenarlos. A veces por color, a veces por forma o tamaño. ¿Ya me vas entendiendo, no?  El ordenar estaba ahí desde siempre. Yo DISFRUTABA de ordenar.

Uno de mis primeros recuerdos es de una carta que le estaba escribiendo a Robin para avisarle que Gatúbela planeaba hacerles mal. ¿Qué te dice eso de mí? Que tenía un agudo sentido de la justicia, que hacía algo para remediar una mala situación y que le hablaba a los mandos medios porque me daba cuenta que tenían más agilidad para timonear el temporal que aquel a quienes todos los demás llamaban el héroe. Robin y gatúbela

Más adelante uno de mis juegos favoritos era «la maestra» donde les tomaba lista a mis muñecas. Todas tenían nombre Y apellido. Las chicas de los grupos de Facebook se deben estar riendo. ¡Sigo haciendo las mismas listas sólo que ahora con emprendedoras de la vida real!

¿Por qué hablo de los chicos y de nosotras de chicas? Porque cuando hablamos de genios, distinguimos tres características: grandes habilidades, visión original y una gran determinación. Seguro que podés reconocer las tres en tus hijos/sobrinos/vecinitos. ¡Vos también las tenías!

La parte de las grandes habilidades es una cuestión de perspectiva. Vos ya intuís que si calificás a un pez por sus habilidades de subir a un árbol vas frita. Y a pesar de lo que dice la canción eso del elefante que se balancea sobre la tela de una araña …

Definitivamente al conocer el mundo, tenías la visión original propia. Seguro inventabas palabras para describir el mundo. Una mariposa se convertía en una pipiposa o una pósida y los helicópteros podían ser algo así como helicoterolo o cocóptero. #historiasreales Tip: anotá lo que diga cada uno de tus nenes para que no se te mezclen cuando sean más grandes. #máshistoriasreales #mepasó

A los tres años sabías perfectamente lo que te gustaba y lo que querías. No dudabas de eso. Nada de plantearte qué pensarían los demás nenes de la sala. Ni si estabas perdiendo el tiempo. ¿Y si no lo conseguías? Una buena rabieta y a otra cosa. O lo intentabas de nuevo.

Tu atención estaba en el mundo, lo que te rodeaba, lo que pasaba, lo que querías. Tus propias experiencias. Cuando somos chicos, antes de que nos domestiquen, tenemos todas las características del genio. Después llega la escuela y en el aula nadie te pregunta si querés cantar/dibujar/ordenar botones/regar las plantas/peinar al perro/eso que te gustaba tanto en vez de aprender la tabla del seis.

Volvé a tu yo de nena.

Contame: ¿Cuál era tu zona de genio? ¿Qué te hacía iluminar los ojos?

 

 

Tres alternativas estratégicas para alcanzar todas tus metas

El tiempo no te alcanza. Necesitarías días de más de 24 horas. Unas 48. Mejor 96. Y en una de esas logras hacer parte de lo que te proponés. ¿Cómo hacés para alcanzar TODAS tus metas? Acá tenés tres alternativas de estrategias para probar.

En uno de los ejercicios para el taller El camino del artista, Julia Cameron propone elegir 5 vidas alternativas.

En ediciones pasadas tanto como participante en los círculos de otras como en mi papel de líder de varios, yo elegi las mías. ¿Querés ejemplos? En el 2007 quería ser: conferencista, escritora, estudiante, investigadora de historia, blogger celebrity. Todas basadas en la palabra. Más tarde elegí vidas basadas en la imágenes: pintora, diseñadora gráfica, diseñadora web, fotógrafa, colaboradora en revistas. En el 2009 las mezclé: scrapbooker profesional, conferencista, escritora, investigadora, fotógrafa. Hay algunas que se van repitiendo, otras que no. Cada lista es un reflejo de ese momento particular en el tiempo.

Para llegar a ser alguna de las opciones que te planteás en tu propia lista, lo primero que hay que hacer es fijar metas. Objetivos con una cantidad y una fecha límite que te sirve de guía para saber cuándo «lo lograste».

Y una vez que tenés las metas, las opciones estratégicas que tenés son:

1) Metas secuenciales

Te concentrás en una meta. Le das toda tu atención, tiempo  y esfuerzo. Cuando lográs esa meta, pasás a la siguiente. Podés decidir empezar a estudiar guitarra al día siguiente de haber logrado publicar tu primer artículo en una revista. O comprar una máquina de coser después de vender 120 muñecos de tela.

La ventaja de las metas secuenciales es que sabés que la próxima meta te está esperando y te hace cumplir con la primera en tiempo y forma. La desventaja es que podés dejar «para más adelante» la meta que más querés pero que más miedo le tenés.

2) Metas alternativas

Una variación es armarte bloques de tiempo para ir trabajando en pos de distintas metas en distintos momentos. Podés trabajar horas extra para terminar producto para una feria y después tomarte unos días para aprender a hacer surf. Volvés renovada y seguís trabajando a full.

3) Metas múltiples

Otra manera de tener todas tus vidas (esas 5 que necesitarías para convertirte en todo lo que querés ser) en una (la que tenés a mano ahora mismo) es combinar dos o tres intereses en una sola meta. Podés escribir (vida #2) sobre historia (vida #4) en un blog (vida #5). ¿Sos enfermera y querés viajar? ¿Y si ofrecés tus servicios en distintos puntos del país?

La ventaja de las metas múltiples es que varios talentos se encienden a la vez y no dejás nada afuera. Mirá tu lista, lo que te gusta hacer no debería quedar afuera, después de todo está en tu lista por algo. No necesariamente como plato principal, pero podés agregarla como guarnición. 😉 Tal vez no te den los tiempos para ser concertista de flauta y gerenta de una empresa pero podés ir a conciertos y sumar música a tu vida. Podés tomar clases de baile una vez por semana o comprarte libros de historia del arte. Traé lo que te gusta a tu vida. Hacele un espacio.

y vos, ¿cómo venís de metas? ¿Tenés una lista con cantidades y fechas?

El collage como herramienta de visualización

El collage como herramienta de visualización

¿Cuál es tu visión para este año? ¿Qué querés lograr? Con este divertido proceso de collage vas a poder tener algo que te sirva como guía durante los próximos 12 meses.

Vamos a volver a algo que nos gustaba en el jardincito: ¡cortar y pegar!

Empecemos por los materiales:

– Agarrá algunas revistas que puedas recortar. ¿Que no tenés ni una solísima revista disponible para vos? Andá y comprate una, ya es hora.

revistas para recortar
Mis clásicas revistas de Enero: OhLaLá, Para Tí y Elle

– Tijera

– Una hoja donde pegar. Las más expansivas pueden usar una cartulina. Una hoja tamaño A4 viene bien. Muchos años (2009/2014) yo usé hojas de carpeta escolar. ¡Este año vuelvo a ese tamaño!

– Pegamento para papel.

Tip #1: para pegar papel finito como el de las revistas viene bien el pegamento en barra más que el pegamento líquido.

Tip #2: si vas a usar pegamento húmedo (cola vinílica) poné un poco en una bandeja descartable y aplicalo con un pincel, así no se te pasa la cantidad y no se te arruga/rompe el papel.

Armate un espacio, tanto físico como de tiempo y ¡a jugar!

Preparate una superficie limpia, la bebida de tu elección, música copada y colgá el cartelito de No Molestar. 😉

Mirá las revistas y recortá las palabras e imágenes que capten tu atención. No las cuestiones. Si te llaman, te llaman. Recortá y listo. Juntá tu pilita.

recortes de palabras e imágenes

Mirá qué hay

Cuando tengas tu pila de recortes, empezá a distribuirlos sobre la mesa. ¿Qué ves? ¿Hay un color que predomina? ¿Un cierto tipo de imágenes? No es lo mismo haber elegido un tigre que un pájaro.

Preguntate: ¿Qué quiero para este año?

¿Qué querés lograr? Y por sobre todo, ¿Cómo te querés sentir?

Con esto en mente elegí las palabras e imágenes que van a ir al collage. Esto es lo que vos querés para vos en este año. De vos para vos. Si bien está bueno que quieras dar lo mejor de vos a otros y por ejemplo mantener sanas tus plantas o donar la mitad de tu ropa a caridad, no vale pedir acciones para otros. «Que mi mamá deje de fumar» no va en tu collage. ¿Me seguís? Tampoco incluyas lo que sentís que «deberías» hacer. No es necesario que muestres tu collage a nadie. Es tuyo y nadie va a venir a juzgarte por lo que quieras. ¡Claro que podés publicarlo en todas las redes sociales si querés! Es tuyo.

Los finalistas salen a escena

Ahora acomodá tus palabras e imágenes sobre tu hoja. Para el collage del año yo elijo sólo palabras pero es una costumbre mía, vos hacelo como quieras. Mové tus palabras e imágenes, cambialas de lugar y jugá hasta que estés contenta. Si notás que «faltan» volvé a las revistas a buscar más recortes.

#Tip: buscate alguna revista de algo que generalmente no leas. Expandí tus horizontes. Probá.

acomodando los recortes para formar un collage

El collage como herramienta de visualización

Estás armando tu futuro. Podés estar de acuerdo o no con la Ley de la Atracción pero si hay algo que te puedo asegurar es que donde ponés tu atención, ponés tu intención y las cosas pasan. Así que elegí en positivo, ponele la proa hacia donde querés ir este año y guardate este collage cerquita.

Te muestro un ejemplo viejo de los míos.

collage como herramienta de visualizaciónUsalo de guía: Esto es lo que quiero. Cada decisión que vas a tomar, comparalo con esto. ¿Te acerca o te aleja de lo que querés lograr?

Mi lado B

Mi lado B

Como trabajo en tamaño chico, mi collage tiene un Lado B. El año que te muestro el Lado A era mayormente trabajo, que era donde iba a poner mi atención en ese momento y mi Lado B era como me quería ver yo. Sí, una reina. Otro día te cuento de las etapas de la vida de la mujer. 😉

Es una alegría para mí que hayas venido hoy. Va a haber mucho más de esto este año. Para no perderte ni uno de los artículos, suscribite a mi newsletter en la página principal de Soy Pau y te voy avisando. También en mi página de Facebook vas a encontrar pequeñas tareas diarias para simplificar tu vida. ¡Tengo montones de planes para hacer juntas!

Feliz año. 🙂

PD porque me preguntaron: si no encontrás las imágenes que buscás, podés imprimirlas de la red.